¿Qué es la filosofía?
La filosofía se podría definir como el amor al saber, pero
realmente, ¿qué implica el concepto de filosofía?
Desde una temprana edad, el mundo ha contemplado un cambio,
llamémosle evolución o involución, ya sea tanto de carácter físico como de
carácter mental, desde la antigua Grecia, hasta la actualidad, todo ha surgido
a partir de un pensamiento que se arraiga a uno anterior, creando lo que
conocemos ahora como saber.
La filosofía se puede decir que estudia los cuerpos y las
mentes, pese a que sea desde un punto de vista existencial, sin base alguna
llegando a conclusiones propias y abriendo caminos de niebla entre la ciencia.
La filosofía es la reunión global del saber humano y la
muestra de su evolución a lo largo de la historia; hagamos una comparación con
el Tiempo: el Tiempo es real y el Tiempo va cumpliendo años basándonos en
hechos relacionados al concepto que nos permitan diferenciar sus etapas.
Primavera, verano, otoño, invierno son las subdivisiones del
Tiempo real; Edad Media, Edad Antigua o Edad contemporánea, presentan las edades
del Tiempo, conforme va creciendo. Todo ello, tanto su edad como su realidad
sensible – sensible por el hecho de que la podemos percibir y sentir rotando
periódicamente en sus edades – son factores que en sí crean al Tiempo.
El Tiempo es una pequeña rueda que se mantiene levitante y
omnisciente sobre nosotros, y por cada determinado tiempo, vuelve a girar sobre
el mismo radio rojo, con el cual empezó. En la primavera del Tiempo, nacen las
flores, en forma de espiral; en el verano del Tiempo, retozan con tranquilidad
cumpliendo su vida, sumergidas en un estanque; en el Otoño del tiempo, sus
hojas se tornan de un ocre raído; en invierno, un manto de espesa nieve ciega
las raíces impidiendo que salgan las flores, aún protegidas por sus pétalos. Y
en primavera, asoman, de nuevo, las mismas flores, de los mismos árboles, que
han vivido una rueda completa del Tiempo.
En cuanto a la edad del Tiempo, hemos creado un nuevo
sistema, en el cual, podemos ver, cómo se mueve éste, dónde y porqué, así que
utilizamos una referencia la cual le otorgamos el nombre de Espacio.
El Espacio es el lugar donde el Tiempo desarrolla su vida.
Éste espacio,
incluso ha sido más importante – al cabo del tiempo – que el Tiempo, quedando
éste reducido, a un término conceptual de qué es el Espacio.
El Espacio llega a tomar el concepto de “Hogar del Tiempo” y
a medida que el Tiempo crece, éste va decorando su Espacio, hasta que éste,
llega a decorarse él mismo. Cuando el Espacio se puede transformar, cumplir un
cambio por sí mismo, deja al Tiempo de lado, independizándose e incluso,
tomando un mal concepto del Tiempo, ya viejo y destartalado.
Sin embargo, el hecho de hablar de Tiempo, nos conduce a
hablar sobre una cualidad, el ser un concepto. Un mero concepto, un hecho
inexistente que divinamente vaga, lentamente sobre nosotros, inocuo y letal al
mismo tiempo, tan parecido, tan parecido al pensar.
Así pues, el Tiempo es como el pensar, el concepto que
alberga el pensar se puede definir como filosofía, algo que alberga el Todo, el
concepto que se puede definir con la filosofía es con el tiempo, y pese a que
el espacio se diferencie del tiempo y el humano al pensar, no habrá espacio sin
tiempo y ser sin pensamiento, debido a que tan solo somos meros simbiontes que
hemos sabido decorar nuestro hogar nosotros mismos…
“La filosofía es la
evolución de la relación entre el saber y el hombre que se desarrolla en el
Tiempo, con un Espacio determinado”
Deklan Croneil