Sueños

Todo empezó en aquel espeso bosque, de frondosos árboles, recónditos tras el velo de la noche la cual alzaba a su emperatriz al cielo vestido con su traje blanco y su báculo con el cual reinaba con su luz la oscuridad de la noche. Tras los enormes robles, de tronco ocre enroscado se hallaba un lago, de cristalinas aguas mecidas por el viento céfiro de aquella noche, de la cual surgían nenúfares como cantos de sirenas. A lo lejos, difuminada con acuarela blanca se veía una pequeña montaña, de cumbre nevada y fría como la escarcha acumulada en la punta de las hojas rojas de los robles, que se tornalunaban blancas y argentosas tras el reflejo de la Luna llena que alumbraba los reinos perdidos de aquel bosque sin fin. Aquellos reinos perdidos que se ocultaban en el bosque un día, un hombre les puso el nombre de sueños. Vanos sueños son los que se explicarán a lo largo de este relato, que, al igual que los sueños, nunca acabó ni acaba, pero tampoco acabará.

martes, 6 de octubre de 2015

Peter Pan en la ventana

El mundo se empieza a complicar cada vez más, cada vez que ejerces una pisada en lo que llegamos a considerar como algo efímero, algo con un sustento de los cuales no somos consientes del sonido y de la repercusión que llega a tener esto.
No niego sin embargo que  no haya escrito nada en estos meses que llevo aquí de inactividad, mintiéndoos sobre mi llegada y por ello disculpas, pero sí. He estado escribiendo en otros blogs que no son estrictamente de literatura, sino más como diarios que se evacuan de una forma u otra en la fuente de creación y esperanza que supone la evolución de la vida.
Me considero alguien no inteligente, sino consciente de lo que puede suceder en el futuro, algo así como un visionario o un onironauta. Lo he hecho espléndidamente, porque de todo el flujo, de todo ese río, ese mar, ese océano del que constaba mi imaginación hace unos años en los cuales suponía pero ignoraba la faltalidad del concepto crecer como individuo, ha quedado reducida a cenizas, puras y muertas cenizas que rezo diariamente para que de esos instantes que salen en los libros de Tolkien, donde en el último suspiro puede Frodo ponerse el anillo o aparecer Gandalf montado en la libertad ante el incendio del conocimiento, para que se restaure ese mar que moría en mí de imaginaciones y de vidas, escenas fantásticas que a día de hoy a duras penas quedan reducidas a pequeños flashes o ideas liliputienses de las cuales no se ni encontrar las palabras.
La causa encontrada creo yo que es el crecer. El crecer a demás de darte la madurez necesaria para seguir de cerca la moral del esclavo y ni plantearte renovarla, el crecer hace que sientas un vacío por dentro y ese vacío se llena con tiempo que no tienes para perder por ir haciendo X cosas en tu tiempo libre o no libre, pero seguramente inútil para gastarlo en escribir memeces fantásticas.
Deklan, no quiere crecer, se aferra lo posible para no tener que crecer o que si lo hace sea de un modo donde tenga la posibilidad de crear un puente, un periplo por el que navegar toda la imaginación de un niño, sin embargo Luxor no... Luxor no crece y sin embargo tiene tantas ganas de hacerlo que sino lo hace estallará.
Qué paradójica es la vida, no? sin embargo, cada cual a su mundo. No quiero ni pienso dejar vultray, ese reino liderado por un pactismo impartido por un príncipe negro que domina todo y sus entradas a los mundos reales que suponen árboles con caras o catedrales submarinas...
Ahora Matt ha crecido, pero Deklan nunca, nunca, nunca lo hará. Como mucho mucho... amará. 

sábado, 7 de febrero de 2015

El arte de inspirar y no pensar en vano



Llevo dormido mucho tiempo, reflexionando pequeñas y grades cosas, ideas, aprendiendo cada día más. El tiempo cada vez me aprisiona, gradualmente, en su vida, lo que hace que no tenga tiempo, salvo de esperar la aprobación de un letargo infinito. Sinceramente, no abandoné relativamente el blog por falta de gusto ni mucho menos, sino que había empezado ya una nueva etapa en mi vida. No implicaba que no escribiese más, sino que el tiempo ocupacional que tenía para dedicarle a la escritura, los trabajos y los diálogos, se ha ido extinguiendo poco a poco. Hoy, he entrado sin querer queriendo en la página, incluso por una equivocación - ya sea por lo que sea, pero alegrándome - de encontrarme con unas 4500 visitas y comentarios que han ido dejando personas y entes cambiantes, pensantes seres que gozan de saber y me encanta eso. 
Dejé todo y la verdad, si que fue un poco la falta de inspiración, el estar con el eterno estrés preuniversitario y continuamente con el uso racional de matemáticas y químicas que quitan tiempo a filosofar sobre el lecho vital que se cierne sobre nosotros. Pero bueno, tras el alegato de inspiración de ver un crecimiento tanto personal como del blog, creo adiente el comenzar de nuevo con el blog. 
Lo que ha sido en resumen este periodo de descanso literario-filosófico ha derivado en centrarme en la ilustración, que sumada al bachillerato científico se me ha hecho imposible encontrar la inspiración. Los números siguen rondando, pero ya por poco tiempo, en Abril ya se acaba el curso y tras selectividad un tétrico mundo que divaga desde la normativa clásica hasta la hermenéutica y el existencialismo Kierkegaardiano pasando por simbolismos y escrituras del Yo y acabando posiblemente en traspasar saberes, nociones y métodos a futuras mentes. Así pues, sintiendo en el alma mi ausencia y delirio de inspiración literaria, la motivación de ver que casi 5000 almas han leído - y espero que deleitado - todas las palabras brindadas entre el espacio y el tiempo, harán que vuelva pronto, con nuevos posts, diarios y vidas que contar, a almas que derivan de espejos y mundos de bosquejos.